Uno de los manjares más conocidos y típicos de la gastronomía canaria, cuyo origen, parece ser, hay que situar en Aragón, aunque haya sido aquí donde ha alcanzado su mayor y justa fama.
Conejo en salmorejoReceta

Ingredientes:
Para 8 personas
-Conejo : 1.75 Kg
-Ajo : 6 dientes
-Pimentón : Una puntilla de cuchillo
-Pimienta picona : Al gusto
-Aceite : Al gusto
-Vinagre : Al gusto
-Laurel : 3 hojitas
-Romero : Media cucharadita
-Sal gorda : Un puñadito
-Ajo : 6 dientes
-Pimentón : Una puntilla de cuchillo
-Pimienta picona : Al gusto
-Aceite : Al gusto
-Vinagre : Al gusto
-Laurel : 3 hojitas
-Romero : Media cucharadita
-Sal gorda : Un puñadito
Elaboración:
-Cortamos el conejo en cachos no muy menudos y lo ponemos en un recipiente donde lo salamos levemente.
-En un mortero, majamos los dientes de ajo con algo de sal gorda. Sobre esta pasta, echamos el pimentón y la pimienta y seguimos machacando. Cuando todo esté más o menos cohesionado, agregamos un chorro generoso de aceite y otro, un poco menos, de vinagre. Revolvemos bien.
-Este majado lo echamos sobre el conejo y le damos a la carne unas vueltas para que se impregne. A continuación, lo mojamos con un vaso de vino blanco y le ponemos una hoja de laurel, algo de romero y algo de tomillo.
-Bien revuelto otra vez todo, lo dejamos allí algunas horas (entre cuatro y doce es lo aconsejable).
-Después, vamos sacando los trozos de conejo, friéndolos en una sartén y pasándolos a otro recipiente. En parte del aceite que nos sobra de freír el conejo, calentamos la salsa que nos ha sobrado y la echamos en el otro caldero, para dar un hervor final de unos minutos, hasta que esté en su punto.
-En un mortero, majamos los dientes de ajo con algo de sal gorda. Sobre esta pasta, echamos el pimentón y la pimienta y seguimos machacando. Cuando todo esté más o menos cohesionado, agregamos un chorro generoso de aceite y otro, un poco menos, de vinagre. Revolvemos bien.
-Este majado lo echamos sobre el conejo y le damos a la carne unas vueltas para que se impregne. A continuación, lo mojamos con un vaso de vino blanco y le ponemos una hoja de laurel, algo de romero y algo de tomillo.
-Bien revuelto otra vez todo, lo dejamos allí algunas horas (entre cuatro y doce es lo aconsejable).
-Después, vamos sacando los trozos de conejo, friéndolos en una sartén y pasándolos a otro recipiente. En parte del aceite que nos sobra de freír el conejo, calentamos la salsa que nos ha sobrado y la echamos en el otro caldero, para dar un hervor final de unos minutos, hasta que esté en su punto.




