25 mayo 2024
La profesión de sumiller se distingue por su dedicación al mundo de las bebidas, especialmente del vino, y su habilidad para asesorar a los comensales con pasión y conocimiento. Estos expertos no solo dominan la amplia gama de vinos y licores, sino que también poseen una capacidad única para comunicar y transmitir su entusiasmo a los clientes. Su destreza va más allá de abrir y servir una botella, puesto que se trata de entender los gustos individuales, recomendar maridajes perfectos y crear experiencias memorables para aquellos que buscan explorar el mundo de las bebidas.
Hugo Javier Pérez del Valle es sumiller, tiene 56 años, lleva 32 dedicándose a la hostelería y 20 de ellos a la sumillería. A finales de los 90 comenzaría su andadura, cuando un curso de iniciación en cata de vinos con maridaje llamaría a su puerta. Proveniente de familia hostelera en el municipio del norte de Tenerife, Icod de los Vinos, no dudo en seguir formándose, por lo que viajaría a Marbella a realizar el curso de sumillería.
En la actualidad trabaja como comercial y sumiller en La Cava De Piñero
En la actualidad el tinerfeño forma parte del profesorado que imparte la misma formación que cursó en Marbella, pero esta vez en Tenerife, y además, en él, imparte un pequeño módulo de cultura cervecera, de la que también posee nociones. Destaca que en todas las profesiones dentro del mundo de la hostelería nunca se deja de aprender. «Es complicado decir cuanto se tarda en ser un buen hostelero, el crecimiento esta en la práctica», añade.
Pérez del Valle reconoce que para él lo más importante de un sumiller es que sepa dialogar pero que no sea soberbio y que no pretenda dar clases magistrales. «Un buen profesional debe ser discreto y empático, que se sepa adaptar en función de la cartera de sus clientes», reflexiona. Además, señala que en Canarias hay un gran número de buenos hosteleros, sin embargo, existe el hándicap de que muchos de ellos no poseen una correcta formación en idiomas, lo que considera fundamental desde el punto de vista turístico.
La Cava de Piñero es una distribuidora de vinos y Vinoteca canaria en la que Hugo Javier trabaja y desempeña funciones de comercial y asesor, además de realizar labores de sumillería. «Este nuevo proyecto me permite viajar y conocer a diferentes clientes, algo con lo que siempre había soñado», admite. La distribuidora, presente en todas las islas, actualmente representa en exclusiva más de 80 bodegas españolas e internacionales, siendo su mayor fuerza la distribución en los restaurantes y hoteles de mayor reconocimiento de Canarias.
Hugo Javier fue el ganador del Primer Campeonato de Canarias de Sumillería, ceremonia que recuerda con gran cariño. «Para mí fue muy especial compartir tiempo y espacio con grandes personalidades como Custodio López Zamarra», reconoce. Declara que «fue una experiencia muy enriquecedora que le ofreció la posibilidad de participar en el Campeonato Nacional».
En la experiencia gastronómica, la bebida ocupa un papel tan fundamental como la comida, puesto que acompaña y ayuda a balancear sabores y aromas. Por este motivo, el sumiller ocupa una profesión fundamental dentro de un restaurante ya que, a través de sus conocimientos y recomendaciones, eleva los sentidos y enriquece los momentos compartidos alrededor de la mesa.