GastroCanarias ha tenido ocasión de hablar con Icíar Pérez «alma máter» del nuevo restaurante Moral, en Santa Cruz de Tenerife, un día antes de su apertura oficial. «Queríamos que nuestro siguiente paso profesional fuera en Tenerife, en Santa Cruz. Un proyecto personal donde ambos pudiéramos aplicar todo lo aprendido» con esas ganas e ilusión, Icíar Pérez Cejas y Juan Carlos Pérez-Alcalde Delgado, prenden los fuegos de Moral. Un restaurante personal que abre sus puertas en la calle Pi y Margall de Santa Cruz de Tenerife, en un local que transmite el encanto que ellos quieren ofrecer.

Como en una balanza perfecta, cada uno de los miembros de Moral aporta su carácter gastronómico.  Ambos ofrecen las lecciones aprendidas desde diferentes fuentes, libros de recetas, viajes,  sabores y los trabajos anteriores con los cocineros más reconocidos y famosos. Ese camino recorrido les ha llevado de manera espontánea a donde están hoy, a Moral.

Interior de Moral

Si a todos estos conocimientos, le añadimos una pizca de la perfección de Icíar y la meticulosa visión de Juan Carlos sin duda alguna surge la auténtica pasión del significado de la palabra cocina. No solo cocinar, sino degustar , conocer, probar, innovar y dedicar su vida y su tiempo a transformar un valor y tesoro gastronómico. De gustos tradicionales y sencillos, de olores a gofio tostado y mango que les transporta a su niñez. Reconocen que en su nevera nunca falta el queso, uno de los pilares y elementos fundamentales de la gastronomía canaria. Aunque Iciar es más de gusto salado y Juan Carlos de dulce, no hay plato favorito pero si, hilo musical en su cocina. Red Hot Chili Peppers es su banda sonora.

Comedor de Moral

La cocina no es sólo el plato final. Ambos llevan el galardón de cocinero y cocinera mas allá de un plato en una mesa. Atentos a todo lo que conlleva el ritual, respetado todo el proceso hasta la puesta en escena. El entorno, la música, la luz del local, los colores del plato, la originalidad y respeto de la materia prima, la intención reflejada en el emplatado hacen que dediques, como en un museo, tiempo a apreciar los detalles y su sabor.

Apuestan, sin duda, por un futuro de calidad en la formación  y proyección de las las escuelas canarias, siendo un ejemplo de éxito para los y las jóvenes de aquí. No por los galardones obtenidos en su trayectoria profesional que son muchos, sino por el respeto a las tradiciones y la materia prima. El éxito de saber valorar la gastronomía canaria y el producto de cercanía.

Enhorabuena y toda la suerte del mundo.