24 noviembre 2020
Siempre que nos adentramos en los fogones para elaborar cualquier plato que lleve cebolla acabamos llorando. ¿Te has preguntado por qué sucede esto?
La razón por la que lloramos es porque se mezclan dos sustancias que producen un gas que contiene azufre. La alinasa es la sustancia que emite la molécula llamada propanotial, una especie de aceite esencial sulfurado que se capta por la nariz al respirarla y que produce las lágrimas. ¿Cómo se puede evitar llorar?
Aunque hay varios trucos y a cada persona le puede resultar útil uno distinto, te vamos a proporcionar nuestros 5 trucos para cortar la cebolla y no llorar en el intento:
- Cortar la cebolla con un buen cuchillo afilado.
- Dejar intacta la parte más pegada al rabo. Se corta la cebolla por la mitad del rabo y luego se corta cada parte en dirección al rabo sin llegar a él. El rabo se desecha.
- Extraer el bulbo interior de la cebolla. Para ello, debes introducir el cuchillo por los alrededores del rabo e ir cortándolo de forma circular para extraerlo, pero lo que cortas del interior de la cebolla y que vas a extraer posteriormente debe quedarte en forma de cono.
- Meter la cebolla al congelador.
- Pelar la cebolla y meterla en remojo antes de cortarla.