19 abril 2021
El naan es un pan típico de la India hecho con harina de maida (una harina de trigo propia del subcontinente), levadura, agua y sal. La gran diferencia con otros panes es que a este se le añade yogur. Este ingrediente hace que el sabor aumente y que tenga una textura tan particular. En el país existen variedades de panes como el roti, paratha o chapati, sin embargo, el naan es el más utilizado en la gastronomía y el que más se ha popularizado, incluso fuera del continente asiático.
La tradición es cocinarlo en un tandoor, un horno cilíndrico de arcilla y ladrillo con una tapa en forma de cúpula. Este tipo de horno permite un fuego abierto, por lo que las temperaturas a menudo superan los 260 grados centígrados. Además de necesitar muy poco combustible, las ventajas de cocinar en un horno tandoor se centran en el sabor que aporta a los alimentos. Tanto carnes como verduras, mantienen todos sus jugos haciendo que los sabores sean mucho más intensos, sin necesidad de usar grasas extras. De hecho, el uso del tandoor como método de cocción es recomendado por muchos dietistas, pues es más sano y el sabor es exquisito.
Típicamente, la masa se arroja hacia la pared del horno, donde se pega. Allí, el pan se hornea hasta que se hincha y se dora ligeramente. Una vez cocinado, se saca del horno con una estaca y se le añade semillas de nigella, propias de la India.
En el naan se concentra todo un mundo de aroma y sabor. En la comida india nunca faltará el naan; para acompañar, como aperitivo, para coger la comida o incluso para rellenarlo. Existen variedades con queso, ajo, mantequilla e incluso coco. Este delicioso manjar que cada vez conquista más bocas, se ha popularizado ya, como uno de los panes más cuidados de Asia y se ha convertido en uno de los más consumidos del continente.