Halloween es una fiesta que se celebra internacionalmente la noche del 31 de octubre, sobre todo en la angloesfera, como Estados Unidos, para conmemorar el Samhain, la festividad de origen celta más importante del periodo pagano en Europa hasta su conversión al cristianismo, pero en este día también se conmemora la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre.

Halloween se ha implantado en todo el mundo y ha llegado también a Canarias. Sin embargo, no vamos a hablar de sus raíces, sino de su gastronomía. Los platos que más se consumen durante este día son los elaborados con calabaza como, por ejemplo, el pastel, el bizcocho o el flan de calabaza. También las manzanas adquieren protagonismo, ya que Halloween coincide con el fin de la cosecha de esta fruta y se hacen auténticas maravillas como las manzanas caramelizadas.

En Canarias en particular en este día se celebra la fiesta de los Finados (significa “difunto”) y hace referencia a la celebración popular canaria que tiene lugar la noche previa al Día de los Difuntos (del 1 al 2 de noviembre). En las Islas, las castañas cobran todo el protagonismo. Se suelen asar al horno para su consumo, aunque antiguamente se preparaba una hoguera y se colocaba sobre las brasas un cilindro de metal con agujeros en la base, donde se colocaban las castañas.

La tradición consistía en ir por las casas preguntando por los “santitos” y los dueños obsequiaban a las personas con castañas, entre otros alimentos, que luego se comían en familia.

La fiesta de los Finados es una manera de recordar a los difuntos y de estrechar lazos familiares y comunitarios y que actualmente se sigue festejando en muchos lugares. ¡Feliz Halloween!