La vendimia ha concluido en la isla de Gran Canaria, tras comenzar el 11 de julio y concluir el 8 de octubre. Este año, la vendimia arrojó una producción de 332.695 kilos de uva, 129.793 de uva blanca y 202.902 de uva tinta. Con respecto a otros años, la producción de este año supera los 295.890 kilos del 2019, un 11% de incremento. Sin embargo, está lejos de los 533.384 de 2018 y los 573.290 de 2015. Es el tercer peor año después de 2016 (306.664) y el nefasto ejercicio anterior, debido a la sequía que sufre el campo grancanario.

Un total de 94 viticultores han recogido uva en la isla en 2020. El municipio con más kilos de uvas declarados es San Mateo, con 110.149 kilos, seguido por San Bartolomé de Tirajana, con 66.489 y Santa Brígida, que recogió 54.444 kilos de uva. Los que menos uva recogen son los municipios de Artenara, con 3.910, Santa Lucía de Tirajana, con una cosecha de 2.291 kilos y en último lugar Moya, con tan solo 245 kilos.

En cuanto a variedades, la variedad de uva líder es el listán negro, de cuya uva se cultivaron 148.103 kilos, el 44,5% de la producción total. Este hecho habla de lo arraigada que está esta variedad entre los viticultores grancanarios. Las variedades menos usadas son el bastardo blanco, con solo 923 kilos, 584 de malvasía aromática y 450 de Pedro Ximénez.

La producción fue menor que la esperada, pero los bodegueros inciden en la buena calidad de uva. Con todo, esperan recuperar el pulso del sector tras realizar algunas inversiones y apuestan por la innovación en sus productos.