• Patrocinio Principal
    • img-sponsor-cajasiete
  • Patrocinio Institucional
    • img-sponsor-sociedad-desarrollo
  • Patrocinio Empresarial
  • imagen-binter
  • imagen-tenerife
  • imagen-gobierno-canarias
  • imagen-plan-de-gastronomia
Cada día 21 de marzo, la ONU celebra el Día Mundial de las personas con síndrome de Down ‘GASTROCANARIAS’ COLABORA CON EL ‘DÍA MUNDIAL DE LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE DOWN’ Por su enorme interés, ofrecemos un interesante artículo sobre la alimentación en personas con síndrome de Down publicado en www.down21.org
En diciembre de 2011, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, la ONU quiere generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones. Con la siguiente información (extraída de www.down21.org) GastroCanarias desea colaborar con la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down 2022.
Niñas con síndrome de Down cocinando y promocionando una buena alimentación. Desde 1993 funciona en Tenerife la Asociación de Trisómicos 21 - Down Tenerife, entidad no lucrativa, fundada por padres y madres de personas con síndrome de Down. http://www.downtenerife.com/
José Carlos Marrero / GastroCanarias (Con información y fotos de la Asociación Down Tenerife y de la Fundación Iberoamericana Down21)
20 marzo 2022

Entender el síndrome de Down

 

El síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud. El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual. La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.

Las personas con síndrome de Down suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados  vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años. Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de  vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva  u otros sistemas de apoyo basados en comunidades.

Con la siguiente información, GastroCanarias desea colaborar con la celebración del Día Mundial del Síndrome de Down

 

Por su interés y claridad informativa, reproducimos a continuación el artículo publicado  por la Fundación Iberoamericana Down21, en su canal Down21.0rg y que pueden encontrar en el siguiente enlace: https://www.down21.org/revista-virtual/751-revista-virtual-2004/revista-virtual-mayo-2004/editorial-mayo-2004/2108-el-placer-de-la-comida.html

EL PLACER DE LA COMIDA

 

¿Verdad que a todos nosotros las palabras “comida” o “alimento” nos evocan multitud de significados? El disfrute de saborearlos, la pereza o el placer de prepararlos, la alegría que reporta ese encuentro obligado y esa tertulia que se establece alrededor de ellos junto a la familia y amigos. La comida forma parte inexcusable de nuestra existencia y de nuestra necesidad de vivir. Y hemos creado toda una cultura para hacer virtud de esa necesidad, afortunadamente, Tampoco falta quien la considera una obligación inaguantable… pero son los menos y ellos se lo pierden.

En su conjunto, es frecuente que la materialidad de la comida en sí misma, el tiempo que le dedicamos y el ambiente con que la rodeamos constituyan un conjunto positivo, grato, dentro del cual disfrutamos de una realidad que nos estimula y nos alegra.  Queremos destacar por encima de todo este aspecto humano positivo de la comida –en lo material y en lo social– a sabiendas de que existen otros aspectos que a veces se cruzan en el camino y lo mortifican.

Unas veces, lo apetitoso y atractivo de un alimento no va acompañado de un valor nutritivo. Otras veces, la señal de alarma que es “el sentirse saciado” llega demasiado tarde y uno come más de lo que realmente necesita. Otras, la cantidad de lo que se ingiere supera con creces la cantidad de lo que se consume, y aparecen el aumento de peso y la obesidad. Y es aquí cuando algo que en principio es tan agradable, se convierte en un pequeño tormento: “no comas más”, “basta ya”, “eso no”, “ahora no”… Negaciones y limitaciones.

Quién más, quién menos, somos conscientes de la facilidad con que nuestros hijos con síndrome de Down tienden a engordar. Ya han podido pasar por una época difícil de rechazo del alimento y de resistencia a comer nuevos alimentos cuando eran pequeñitos… Es el caso que la inmensa mayoría supera esa fase y se convierten en espléndidos “comedores”. A lo cual nosotros –padres, abuelos, tíos, amigos– contribuimos y colaboramos de manera entusiasta. El premio se convierte en comida; el consuelo se convierte en comida; el entretenimiento se convierte en comida. Y si es dulce, mejor. Que hay que compensar otras amarguras.

 

El sobrepeso y la obesidad en el síndrome de Down

 

Pues bien, amigos. El sobrepeso y la obesidad en el síndrome de Down es una realidad que debemos y podemos evitar. Los hábitos alimenticios –los malos hábitos– se van formando hacia los 6 años, y una vez que la curva de peso se dispara resulta muy difícil de controlar, porque las características metabólicas de su organismo facilitan la obesidad. Y es entonces cuando terminamos por hacer de la comida un elemento de preocupación y de contrariedad. Es frecuente ver a jóvenes con síndrome de Down que ya son obesos.

La obesidad les perjudica en su ejercicio, incrementa su sedentarismo, dificulta su movilidad y destreza corporal, su participación activa en múltiples situaciones. El exceso de peso agrava la menor tonicidad de su musculatura y sobrecarga la estática y la dinámica de su esqueleto y sus articulaciones, con riesgos posteriores. Facilita la aparición de problemas en la edad adulta como son la diabetes, o el exceso de colesterol, o la dinámica del sueño y la respiración.

Es verdad que hay cifras preocupantes de sobrepeso y obesidad en adultos con síndrome de Down. Insistimos en la dificultad de contrarrestarla y tratarla cuando ya está establecida, y por eso les recomendamos encarecidamente prevenirla. ¿Cómo? Instituyendo desde la infancia unos hábitos alimenticios sanos.

Información sobre alimentación en personas con síndrome de Down

 

El portal específico: DownCiclopedia, (www.donwciclopedia.org) tiene una sección entera dedicada a la alimentación, que la encontrarán en el  Área de Salud  y que consta de varios capítulos (https://www.downciclopedia.org/salud-y-biomedicina/alimentacion.html) A efectos de lo que aquí comentamos, destaca un artículo expresamente dedicado a prevenir el inicio de la obesidad, escrito por la pediatra Dra. Ana Tejerina, experta en este tema y hermana de una joven con síndrome de Down.

Y si saben inglés, les recomendamos que lean un magnífico libro que publicó recientemente Joan Medlen sobre nutrición, forma física y síndrome de Down; es especialista en dietética y madre de un joven con síndrome de Down. Pueden ver el libro en el “Panorama de libros” que hemos incluido este mes en la Revista Virtual Canal Down21.

Si queremos que la comida siga siendo momento de disfrute, relajación y compañía, y no de sinsabores, regañinas y prohibiciones, enseñemos a nuestros hijos esos hábitos que les ayuden a manejar y controlar la comida por sí mismos con naturalidad. Y de paso, a que se miren al espejo y se sientan a gusto con su propia figura: esbeltos y guapos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *