La novena edición del Campeonato nos permitió conocer a una gran profesional de la cocina, Diana Marcelino Bermúdez. No es la primera mujer en hacerse con el premio; anteriormente lo hacía Laura Nieto Comesaña en 2008 y Soledad Piñeyro Fernández en 2011.

Diana Marcelino comenzó su carrera profesional junto al chef Juan Carlos Clemente en “El Anthelia”. Actualmente, ocupa el puesto de jefa de cocina en el restaurante Finca Salamanca, galardonado con el premio Mejor Cocina de Hotel, y ubicado en el Hotel Rural Finca Salamanca en Güimar, Tenerife.

La chef campeona, Diana Marcelino, nos ha dedicado unos minutos de su valioso tiempo para contarnos todos los detalles de su experiencia en el Campeonato Absoluto de Cocineros de Canarias.

GastroCanarias: ¿Por qué decidiste presentarte al Campeonato?

Diana Marcelino: “Lo conocía desde hacía años y no me había presentado porque no creí estar preparada. Cuando tuve la experiencia, las ganas y la fuerza fue cuando me presenté por primera vez. La primera vez no gané y la segunda de cabezota, me puse con más arraigue y lo conseguí. Buscas una experiencia y no hay que rendirse”.

GC: ¿Qué te ha aportado la participación en el Campeonato Absoluto de Cocineros?

DM: “La verdad es que ganar en GastroCanarias te abre muchas puertas, tanto al encontrar trabajo como a la hora de que se vea reconocido. Todo lo que aporta es positivo”.

GC: ¿Haber ganado te ha abierto puertas?

DM: “Sin duda. A ver, uno tienes sus contactos, pero ayuda muchísimo. Muchas veces no hace falta ni comentar que has ganado porque la gente ya lo sabe. También es una razón de peso para que el empresario te contrate”.

GC: ¿Demasiados nervios?

DM: Bueno, estar cocinando con el factor tiempo, las cámaras, las gradas, la gente, la presión; esto es algo, a lo que nosotros, los cocineros no estamos acostumbrados. No creo que nos ponga nerviosos cocinar, sino todo aquello que es ajeno a lo cotidiano en las cocinas. Es una adrenalina buena que descargas y te quedas vacía por dentro.

GC: ¿Algo que hayas aprendido con el Campeonato Absoluto de Cocineros?

DM: Pues te enseña a valorarte y a ponerte a prueba a ti mismo. Como cocinero te enseña a no rendirte cuando haya un contratiempo y a aprender de otros compañeros, aunque en ese momento sean tus contrincantes y estés compitiendo por un premio, puedes aprender mucho de ellos.

GC: ¿Cómo debe de ser la relación con el ayudante de cocina?

DM: Tiene que haber una relación excepcional y tienes que formar un equipo donde haya complicidad. Obviamente tienes que tratarlo como a un ayudante porque, además, así lo exige el concurso, pero a la vez es tu equipo.

GC: ¿Habías trabajado con tu ayudante anteriormente?

DM: Sí, tiene que haber una complicidad máxima. Entre los nervios y la responsabilidad, una mirada tiene que valer para muchas palabras. Yo trabajé con él casi con miradas y gestos, nos entendimos siempre a la perfección.

GC: ¿Cómo es el nivel de dificultad en el Campeonato?

DM: El Campeonato no es fácil, hay un nivel, hay que currarlo, ganárselo y tener experiencia. Todo esto es muy importante, por tanto, el reconocimiento de GastroCanarias es un reconocimiento respetado, tanto por empresarios como por el resto de compañeros de profesión.

GC: ¿Crees que el Salón Gastronómico es un referente en Canarias?

DM: No lo creo, lo afirmo. Vale la pena a pesar de los nervios, y por supuesto es un referente.

GC: Cuando recibiste el ingrediente secreto el día antes del campeonato ¿tuviste claro desde un principio qué ibas a elaborar?

DM: No, la verdad. Cuando llegamos al supermercado nos dijeron que el ingrediente era la sama. Una vez allí nos pusimos a mirar y dije: ¡tenemos que hacer algo con esto! (se ríe). Fue muy divertido, lo pasamos muy bien, que de eso también se trataba.

GC: ¿Recomendarías a otros chefs que se presentaran?

DM: A todos. Creo, sinceramente, que los chavales que estén saliendo ahora de las escuelas y tengan algo de trayectoria profesional deberían presentarse. Además, es una experiencia única, una apuesta por nuestra gastronomía, y por la cocina bien hecha; es una experiencia enriquecedora ganes o no ganes.