08 abril 2020
La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo, es decir, de la entrada a Jerusalén, la última cena, el viacrucis, la muerte y la resurrección de Jesús de Nazaret. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección. Siendo la religión católica una de las más liberales gastronómicamente hablando, tiene una serie de restricciones con la comida en La Semana Santa. Se caracteriza por ser una gastronomía de vigilia, es decir, austera y recatada, donde se excluye la carne a la espera de Pascua.
Este producto del que se abstiene durante la semana son las carnes rojas. En el viernes santo, los católicos se dedican a honrar la muerte de Jesús con una comida donde este tipo de carne queda completamente excluido. La Iglesia Católica estableció dos días en los que no se podía consumir este alimento, el ya nombrado y el Miércoles de Ceniza, justo al comienzo de la Cuaresma. La razón es la práctica del ayuno como un símbolo de penitencia y purificación, tratando de unirse espiritualmente al dolor de Jesucristo en sus momentos de crucificción, para que así el Domingo de Pascua se pase a celebrar su resurrección. Desde hace años la abstinencia de comer carne se asocia a los enormes banquetes festivos, todo lo contrario a lo que se pretende conmemorar durante estas fechas. Asimismo, se relaciona con el propio cuerpo de Cristo, lo que les frena a la hora de consumirla.
Pero te sugerimos un menú compuesto de primer y segundo plato y postre para esta Semana Santa, como los tollos, calamares o pulpo.
1º Potaje de vigilia.- Es un potaje de garbanzos y espinacas donde desaparece la carne. Es uno de los platos más cocinados en esta semana, será un buen plato de cuchara para abrir estómago y que, desde luego, se convierte en la forma más típica de iniciar la celebración.
2º Atún en mojo hervido con papas arrugadas.- En este caso, optamos por un plato más autóctono, donde el pescado toma el papel protagonista y lo acompañamos de un mojo, junto con uno de los productos más nuestros: las papas arrugadas. Una opción que a cualquier persona canaria le gustará.
3º Torrijas.- Le puedes poner un final dulce con uno de los postres más típicos durante estas fechas. Fácil de preparar y con un delicioso sabor, las torrijas son un gran acierto en los menús y son una oportunidad para añadir tu toque personal en la comida.
Aunque ahora no podemos disfrutar de la Semana Santa como es tradición (salir a las procesiones, a la playa o la montaña), podemos aprovechar para deleitarnos con un rico menú casero. No dudes en probar esta propuesta con tu familia y en contarnos cómo ha quedado, que el no poder salir no nos prive de celebrar estas festividades con los seres más allegados.