17 abril 2017
Esta investigación, en la que participa el Instituto de Investigación en Ciencias de las Alimentación (CIAL) -perteneciente al CSIC y a la UAM- y que se complementará con una serie de acciones en las que participará el Cabildo de Lanzarote para fomentar el desarrollo del cultivo en la isla, consiste en la caracterización fisiológica y de composición nutricional de las variedades autóctonas de tuna o higo chumbo de Canarias, para posteriormente seleccionar aquellas más aptas para la obtención de alimentos derivados, esto es, zumos y producto precortado fresco o de ingredientes funcionales de uso alimentario, mediante la aplicación de tecnologías innovadoras.
Este es uno de los cuatro proyectos aprobados esta semana por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), a propuesta y para su desarrollo desde el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), con financiación estatal y en colaboración con otros organismos y entidades.
A partir de esta fruta también se desarrollarán ingredientes con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidiabéticas de uso en productos farmacéuticos y nutricionales, y se determinarán los extractos de tuna más interesantes para analizar su empleo en la elaboración de un alimento a base de leche de soja.
Otros de los nuevos proyectos en los que ya está trabajando el ICIA se dirigen al estudio de nuevo métodos para el manejo integrado de la polilla común Phthorimaea operculella y la polilla guatemalteca Tecia solanivora, plagas que actualmente ocasionan grandes pérdidas económicas en el cultivo de la papa; y a abordar la recuperación de suelos agrícolas degradados, en zonas áridas y semiáridas, mediante el empleo de la Bituminaria bituminosa o tedera, una especie leguminosa de interés forrajero, es decir, usada en alimentación para el ganado, junto con el uso de hongos micorrícicos y rizobios, es decir microorganismos presentes en el suelo, y prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y que garantizan la sostenibilidad de los ecosistemas.
La última de las iniciativas que cuenta con el visto bueno del INIA se orienta al desarrollo de métodos de control y contención del Trioza erytreae, insecto que transmite la enfermedad del huanglongbing, greening o brote amarillo de los cítricos, una de las principales amenazas para este cultivo.
Origen del cultivo
El cultivo de la tunera en el Archipiélago, que data del XIX, ha estado ligado a que sus palas son hospederas de la cochinilla (Dactylopius coccus), un insecto del que se extrae un colorante rojo de gran valor comercial. La venta de sus frutos, que forman parte de la gastronomía tradicional canaria, se incrementó en un 33% en la isla de Tenerife y en un 44% en Gran Canarias entre los años 2013 y 2014, según datos oficiales de MercaTenerife y MercaLasPalmas. La tunera ha tenido además un papel dinamizador en Canarias formando parte de la biodiversidad de su paisaje.
Aplicación del proyecto
El desarrollo de este proyecto proporcionará información de gran utilidad para agricultores y comercializadores de frutos y derivados de la tunera, ya que aunque es un producto con un elevado arraigo en la cultura y gastronomía canaria, en los últimos años no se ha valorado en toda su magnitud. El procesado, bien en IV gama o para la elaboración de zumos o bebidas y la utilización de los subproductos para la extracción de nutracéuticos -productos de origen natural con propiedades biológicas activas, beneficiosas para la salud y con capacidad preventiva y/o terapéutica definida-, impulsarán aún más el consumo y la valorización de este producto tan saludable.
Buenas tardes han llegado tarde yo los llevo haciendo hace más de 6 años es algo tan sencillo que tendría que haber estado ya hace mucho tiempo el mercado, con la cantidad tan grande de este fruto que tenemos en Canarias, pero lo fácil es estar pendiente de subvenciones a algo que no hace falta sino quitarle los tunos y tuneras viejas