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Del bizcochón al café pasando por la harina… BUENA HARINA Y MEJOR BIZCOCHÓN, PARA ACOMPAÑAR EL CAFÉ La harina de calidad, un ingrediente que nunca debe faltar en nuestras casas
Sorprender a un familiar o un amigo la próxima vez que vayas a verlo es tan sencillo como tener un paquete de harina en la cocina. Con un buen bizcochón estarás disfrutando de los placeres del dulce junto a los hidratos de carbono que contienen los cereales.
Bizcochón casero elaborado a partir de esta receta. • El bizcochón se puede hacer de diferentes sabores, dependiendo de si le pones yogur, fruta o esencia.
Alicia Díaz Pacheco (Periodista – Alumna en prácticas) / GastroCanarias
02 marzo 2021

La harina es un ingrediente que siempre debe estar presente en nuestras casas, aportándonos los cereales y el almidón que necesitamos. No importa si es en elaboraciones saladas o dulces, este polvo refinado, fruto de la molienda de las diferentes semillas, siempre está presente.

Sin duda, existen innumerables variedades de harina, cualquier cereal o legumbre puede ser el protagonista de la misma. Tanto es así, que existen tiendas de comida a granel en las que se puede comprar el grano y refinarlo en el momento. En este caso, nos centraremos en la harina para los amantes de la repostería, ¿a quién le amarga un dulce?

La mejor opción para elaborar un postre es la harina de trigo, la más común en los supermercados. Un antioxidante natural, que aporta magnesio, vitaminas (B, E, F), proteínas e hidratos de carbono. Cabe destacar que, dentro de este tipo de harina existen otras variedades como es, la harina de fuerza o la harina débil. La primera se utiliza más para la elaboración del pan, mientras que, la segunda para la repostería.

Quizás la harina está presente en nuestra vida, pero no de la misma manera que antes. Antiguamente, las personas no hacían una visita a otras casas de amigos con las manos vacías, sino que solían llevar alimentos como detalle a la persona que nos iba a recibir, y para, en su caso, acompañar un café o el té. En muchos de esos alimentos que se llevaban, la receta tenía como protagonista la harina, en forma de galletas, rosquetes o un dulce bizcochón.

A día de hoy, rara es la ocasión en la que la visita viene con un bizcochón o unas galletas debajo del brazo, pero este es un gesto que se puede recuperar con facilidad.

Además, realizar un postre con harina casi no tiene dificultad. Lo único que hay que tener en cuenta es que hay que tamizarla y siempre medir las cantidades con exactitud, para tener éxito en el resultado.

Es importante recordar que, si tu próxima visita va a ser a una persona celíaca (o sea, alérgica al gluten), la harina nunca deberá ser de trigo y debes buscar otra variedad, como, por ejemplo, la harina de millo, pues esta es una de las variedades que no contiene el alérgico componente.

No está de más recordar que ser una persona celíaca es la que padece una patología del mismo nombre, enfermedad celíaca, una afección del sistema inmunitario en la que las personas no pueden consumir gluten porque daña su intestino delgado. El gluten es una proteína presente en el trigo, cebada y centeno y, por tanto, en las harinas derivadas de ellos. Para dichas personas, si deseamos elaborar un postre o cualquier otra receta, deberemos utilizar harinas aptas para ellas, como son las harinas de arroz, maíz, alforfón, mijo, sorgo, tef, quinoa, amaranto o sésamo, productos que no contienen gluten.

 

Elabóralo tú mismo

 

Los ingredientes que necesitas para hacer un bizcochón son:

 

Yogur natural: 125 gr.

Azúcar blanca: 250 gr.

Harina de trigo: 375 gr.

Levadura en polvo: un sobre

Esencia de vainilla: una cucharadita

Limón: 1 Ud. (para rallar al gusto)

Aceite de oliva virgen: 100 ml.

Huevos: 4 unidades

Mantequilla: 100 gr.

 

Elaboración de la receta:

 

1.- Precalentamos el horno a 200º.

2.- Mientras este se va precalentando, colocamos en un bol los ingredientes secos. Tamizamos la harina y la levadura, posteriormente, añadimos el azúcar y la ralladura de limón. Lo removemos todo para que se mezclen bien entre ellos.

3.- Seguidamente, en otro recipiente, ponemos los huevos, el yogur, el aceite y la esencia de vainilla.

4.- Procedemos a batirlo todo y, en este caso, utilizaremos una batidora de varillas para mezclar los ingredientes líquidos. Una vez la mezcla se vuelva homogénea, vamos agregando el contenido del primer bol mientras continuamos batiendo.

5.-Después de tener la masa lista, es hora de preparar el molde. Para ello, debemos engrasarlo por completo con un poco de mantequilla y así evitaremos que el bizcochón se pegue.

6.-Vertemos la masa en el molde e introducimos el recipiente al horno a una temperatura de 190° durante 40 minutos.

7.-Es importante tener en cuenta que la temperatura y el tiempo de cocción son orientativos, pues dependerá del horno en cuestión. Por ello, para saber si el bizcochón ya está, podemos introducir un palillo (u otro utensilio de cocina, normalmente un cuchillo) y comprobar que este sale seco, en cuyo caso significará que está listo.

8.- Seguidamente hay que pasar a desmoldar el bizcochón (sacarlo del molde), operación de debe hacerse con mucho cuidado para no quemarse y para que, sobre todo, no se parta o agriete.

9.- Finalmente, podemos añadirle un poco de azúcar glas por encima para decorarlo.

Debemos tener en cuenta que, pese a que todas las elaboraciones que nacen a partir de la harina son agradables al gusto, como todo en la vida, un consumo excesivo de esta también puede perjudicar nuestra salud. Por ello, es importante un consumo moderado de este ingrediente y sus productos derivados.

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