Bajo el sencillo nombre de «San Sebastián 57», el responsable de los fogones en este nuevo espacio en Santa Cruz es el conocido –y premiado- chef cántabro Alberto González Margallo, hasta hace muy poco al frente del conocido restaurante Clavijo 38 -junto con Imaki Undagoitia-, que este 2015 fue elegido menor restaurante de comida española de Canarias por Guía Qué Bueno.

En San Sebastián 57 encontramos dos opciones para los comensales: un poco de buen vino y picoteo en su wine-bar, o una preciosa sala de restaurante para sentarse a comer «en serio». Su punto fuerte no es sólo su cocina, sino su cuidadísima decoración, en la que se mima –como en sus platos- hasta el más mínimo detalle.

González Margallo, ganador en 2014 del segundo premio en el Campeonato de Cocineros de Canarias organizado por GastroCanarias, nos cuenta en qué consiste su apuesta: la carta del wine-bar permite al comensal disfrutar de una experiencia más informal pero siempre «con producto de calidad y buen servicio, apostando por la cocina de producto ligera y divertida». Por ejemplo, a la ensaladilla tradicional González Margallo le da un toque de espuma ligera de alioli, y en vez de las gambas a la plancha «de toda la vida» encontrarás un carpaccio de gamba con arroz deshidratado cocinado en el caldo de la propia gamba, con salsas como el wasabi para acompañar. «Un toque original, pero siempre con producto de calidad y con sabor».

En la zona de restaurante encontrarás apuestas más «serias», como carnes y pescados; desde el pulpo a la parrilla con espuma de papa negra, pimentón de la vera y aceite de arbequina –una nueva perspectiva del pulpo a la gallega- hasta el tartar de atún, pasando por el ceviche de cherne con tartar de aguacate y cuscús de albahaca. Chuletón, solomillo, cochinillo a baja temperatura –te sorprenderán sus deliciosos cuadraditos con el exterior crujiente-… La clave es «dar valor añadido al buen producto, sorprender al cliente y buscar su sonrisa». Y todo ello con «sabores sensatos, es decir, que el cherne sepa a cherne, sin disparatarnos a la hora de innovar».

Si lo deseas, tal y como nos cuenta Alberto, podrás combinar la carta de ambos espacios, y su horario continuo te permitirá disfrutar tranquilamente de una copa después de comer, sin prisas. Además, podrás acudir cualquier día de la semana, salvo los domingos por la noche.

¿Sus precios? En el wine-bar rondan los 20 euros por cabeza, y en sala el precio medio asciende hasta los 25-35 euros, en función de la bebida. Además, podrás disfrutar de cualquiera de los vinos de la vinoteca de El Gusto por el Vino –una de las más completas de Canarias- por el mismo precio que si lo compraras para llevártelo a casa, añadiéndole 8 euros por descorche. Es decir, cuanto más selecto sea el vino, más rentable será tu elección.