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En la calle Dr. Guigoú, 37 (Bajos del hotel Contemporáneo) Sagrario: cocina mediterránea en un nuevo restaurante cargado de historia La anterior responsable de Los Cuatro Postes reinicia su andadura apostando por cocina de calidad y "en familia"
Santa Cruz de Tenerife cuenta desde hace pocos meses con un renovado restaurante que, a pesar de su corta vida, arranca con mucho éxito y cargado de historia: la de Sagrario Pablos, anteriormente al frente del clásico restaurante Los Cuatro Postes. Su nueva andadura lleva su nombre: Restaurante Sagrario, en el que degustar la mejor comida castellana elaborada con productos de primera calidad y mucho, mucho mimo.
1. Vista del comedor del restaurante Sagrario
  •  En Sagrario, "más que clientela, tenemos amigos, e intentamos que salgan siempre con una gran sonrisa"

  • Lucía Sicre / GastroCanarias
    24 septiembre 2015

    Sagrario nos abre las puertas de su restaurante para contarnos su dilatada andadura en Tenerife. Nacida en Valladolid, ella y su familia decidieron trasladarse a la Isla en 2002, después de que uno de sus hijos realizara aquí el servicio militar. «Nos enamoramos de la Isla y decidimos mudarnos y abrir aquí un restaurante», nos cuenta. No era su primera vez: en su ciudad natal ya regentaron un espacio de corte similar a Los Cuatro Postes durante nada menos que 25 años, aunque «sin premios ni reconocimientos». Éstos llegaron en Tenerife, donde, asegura, obtuvieron sus mayores logros y méritos.

    Sin embargo, los inicios fueron duros: «Al principio queríamos tirar la toalla porque las cosas iban mal. Fueron nuestros clientes, como Luis Cortés, Elba Medero o Antonio de la Cruz, quienes nos animaron a confiar en la gente chicharrera, y quienes nos hicieron ver que lo hacíamos bien. Guiados por ellos decidimos quedarnos, y comenzó a despegar esta aventura tan bonita. Ahora nos sentimos muy orgullosos de pertenecer al gremio de la hostelería», nos comenta.

    Los Cuatro Postes no tardó en llenarse de clientela habitual, entre ella «políticos y famosos, como Dani Martín». De hecho, el cantante habla en su libro de la «merluza que lo flipas» del restaurante, al que califica como su último descubrimiento culinario. De hecho, a Sagrario no le gusta hablar de «clientela, sino de amigos, porque muchos son habituales y han estado ahí en muchos momentos duros».

    El trato que reciben por parte de nuestra entrevistada tiene mucho que ver con ese mimo: «Cuando vienen me siento como cuando estás en casa e invitas a tus amigos; la diferencia es que pagan, pero quieres darles lo mejor que tienes. Les agasajas no sólo con la comida, sino con otras cosas. En definitiva, trato de hacerlo lo mejor que sé, y el resultado es que ellos son los que me han hecho crecer como persona».

    Sagrario: una nueva etapa

    Tras muchos años de andadura al frente de Los Cuatro Postes, Sagrario optó hace pocos meses, a sus 60 años, por abrir su propio espacio, donde se cumplen las mismas máximas que en Los Cuatro Postes: cocina mediterráneo-castellana, con materia prima de primera calidad –destacan sus carnes y pescados- y un guiño a los productos de la tierra. Por ejemplo, hay pescados «de aquí que mucha gente no conoce, como el cherne o el abadejo», que aparecen en su carta. Entre sus carnes, destaca el rabo de toro, el foie, las mollejitas, el cochinillo y el lechazo. También incluye los vinos canarios… pero en cuanto a la cocina isleña, prefiere dejársela a «los expertos, que lo hacen mejor que nadie».

    En Sagrario, además, el trabajo en equipo es muy importante, y su artífice no tarda en mencionar a su personal como responsable del éxito que, en muy pocos meses, ya ha cosechado: «Una persona sola no hace nada sin un buen equipo, y yo tengo un gran equipo. Paz, Juan José, Esther, Claudio…. Me arropan muchísimo para que pueda salir adelante, e intentan hacer cosas nuevas con los mismos elementos, por ejemplo, en la decoración de los platos». ¿Su objetivo? «Que los comensales entren con una sonrisa y salgan con otra aún más grande». Y su trabajo le cuesta: arranca su jornada de lunes a sábado a las 8 de la mañana, a las 11 corre a cambiarse para mostrar su mejor cara ante el público, y su día termina con el turno de noche. Toda una hazaña para mantener contentos a sus clientes, siempre con la mejor sonrisa.

    Los nombres de su personal no son los únicos que nos menciona: también los de sus clientes más queridos –o algunos de ellos, porque la lista es muy larga- y a quienes le ayudaron en el tránsito. José Marrón, Conchi Calero, la familia Cortés al completo, Antonio Armas, Manuel Pascual, Juan Pelayo… Y Tito Medero, a quien hemos perdido recientemente. «El corazón me duele cuando sé que ya no va a pedir sus nueve gambitas», nos cuenta emocionada. En definitiva, amigos más que clientes, y un trato personalizado para cada uno de ellos.

    De momento, asegura Sagrario, «la cosa va bastante bien», quien nos habla de una fórmula clásica que sigue funcionando a la perfección. «Valoro muchísimo la nueva cocina, pero no se hacerla; sólo sé lo que mi madre, que no sabía ni leer ni escribir, me enseñó, y le tengo que dar muchísimas gracias por hacerme un poquito ella».

    IMPORTANTE:

    Más información de este restaurante aquí