17 febrero 2016
Como curiosidad, queremos contar la trayectoria de los vinos espumosos, ya que en los últimos años, su demanda ha crecido considerablemente y su calidad también.
Los espumosos comienzan a resurgir a inicios del s. XVIII, en una época en la que los champagnes tenían gran notoriedad en las principales cortes europeas y los vinos catalanes atravesaban tiempos majestuosos.
Aprovechando el auge y con el método tradicional, familias catalanas de Santa Sadurní d’Anoia transformaron los vinos en espumosos. Entre las variedades utilizadas cabe señalar el macabeo, xarel-lo y parellada.
En la última época, los espumosos han incrementado su calidad gracias a los avances tecnológicos. La imagen de consumirlos de forma rápida, va desapareciendo ya que no demuestran una capacidad de guarda excesiva.
Cabe señalar también, que se ha defendido diferenciar aquellos espumosos de más volumen en producción y precios asequibles de otros con un mayor envejecimiento en botella.
Actualmente, las denominaciones de origen Cava y Penedés han decidido crear una nueva categoría en sus normativas que diferencien este tipo de espumosos. En el caso de la DO Cava se les denomina Cava Premium, y en lo que respecta a la DO Penedés, como Clássic.