15 junio 2016
Nuestra gastronomía tiene muchos productos fabulosos. No hay comida en todo el territorio nacional que se olvide de uno tan rico, valioso y de nuestra cocina como es el auténtico aceite de oliva, pero… ¿y si lo fusionamos?, ¿si lo aromatizamos con romero, con ajo o con cualquier ingrediente que esté bueno? El resultado es un sinfín de aromas y sabores que se reúnen en muchos espacios tan de moda a día de hoy.
Porque, algo tan simple como una lata de atún puede venir desde las mejores aguas del cantábrico, o un gran marisco de calidad y bien enlatado en conserva, parecer haber sido recién cogido desde la propia ría gallega.
Los espacios Gourmet consiguen llevarnos hasta esa pequeña bodega familiar en donde la uva es mimada cada día para obtener un caldo único, hasta ese olivar en el mismísimo Jaén o conseguir la mejor sal conejera sin tener que movernos. Nos dejan viajar por toda nuestra geografía simplemente echando un vistazo, o bien probando alguno de los productos que sólo ellos ofrecen.
Hace ya unos años Ana, licenciada en Historia, especializada en historia del arte y una gran amante de la gastronomía, decidió embarcarse en una aventura muy arriesgada, emprendedora y, sobre todo, bonita y gratificante: la creación de Bon Vivant Club, en la calle Puerto Escondido nº 3, de Santa Cruz de Tenerife.
Bon Vivant es un espacio gourmet que ha roto completamente con la tradición y estilo “monocromático” de Santa Cruz de Tenerife. Este rincón gastronómico es diferente, divertido y, sobre todo, cercano. Se trata de un lugar donde no sólo se pueden adquirir productos para llevar, sino que posee un diseño y espacio ideales para degustarlos allí, siempre bien aconsejados y acompañados por su personal.
Y es que siempre encontraremos una sonrisa y un trato excepcional cuando acudamos a él. Isabel, gallega de nacimiento y canaria de adopción, y Eric, un cubano afincado en la isla, son perfectos conocedores de cada cliente que pasa por el local y tienen el saber estar ideal para cada uno de ellos, bien asiduos o visitantes de primera vez.
Bon Vivant posee lo mejor de nuestra geografía, dándole una especial importancia al jamón ibérico, producto por excelencia que será protagonista de numerosas visitas. De las denominaciones de origen protegidas D.O.P. Guijuelo, Jabugo o Dehesa de Extremadura, todos tendrán una cosa en común: estará para chuparse los dedos.
Sus quesos y embutidos son realmente espectaculares, siempre en su punto de curación y de las mejores denominaciones. Posee un lomo ibérico de primera y su queso “Stilton” inglés es para recordar y repetir una vez tras otra. Solo, con pan, o acompañado por su fabulosa tortilla de papas, nada tendrá que envidiar a las tortillas de bares de pinchos de la capital de España, Madrid.
Claro está que en un espacio gourmet no puede faltar lo mejor de nuestra tierra, territorio nacional e internacional y Bon Vivant es capaz de llevarnos a la mismísima Andalucía y darnos el mejor aceite de oliva o los mejores pimientos del piquillo de Lodosa.
Mención aparte para los caldos, muchos de ellos de autor y de una calidad superior. No pueden faltar D.O.P. clásicas y siempre seguras, como Ribera del Duero o Rioja, pero si por algo se atreve Bon Vivant, es por innovar y arriesgar y con ello ofrecer vinos de pequeñas bodegas distribuidas por toda nuestra geografía, para darnos ese olor a barrica familiar, o aromas frutales o del mismo suelo, según la tierra y clima de la región que la hace crecer pueda aportarle.
En muchas ocasiones, Bon Vivant organiza cursos gastronómicos, como curso de corte de jamón o preparación de gin-tonics, así como catas y menús degustación maridados con vino o, de manera más original, con distintas ginebras, lo que supone un gran atractivo para los amantes de este mundo.
Se puede terminar la experiencia con un buen gin-tonic, desde los más clásicos, con Bombay Sapphire, Beefeater o Tanqueray, hasta marcas exclusivas y con clase como Platu, Jinzu o London Nº1 entre otras. Siempre estarán bien servidas y perfectamente acompañadas del mejor “mixer” y uno, o como mucho dos elementos botánicos, que le aporten el mejor sabor a lo que es simplemente un buen gin-tonic.
Bon Vivant es un lugar innovador y vanguardista, donde el cliente se hace amigo de su personal. Es un lugar con estilo, bonito y divertido. Como suele ser habitual todos los días, en aperitivos, sobremesas o simplemente un café un sábado por la mañana, este espacio gourmet, con mucha clase y personalidad, nos espera para recibirnos con el mejor producto acompañado de la mejor sonrisa. Yo he quedado para ir esta semana. Si quieren, nos encontramos allí, en un ambiente con mucho, mucho sabor.