El pulpo ha sido siempre muy apreciado por el canario. En general se consume fresco, especialmente en las Islas Occidentales, pero en las Orientales también se seca para consumirlo luego en diversas preparaciones. Antiguamente, después de capturados eran objeto de verdaderas palizas para ablandar su carne, pero actualmente, aún adquiriéndolo fresco, basta un proceso de congelación para su carne quede lista para la preparación y el consumo. El primer proceso para su elaboración es proceder a su limpieza, eliminando cabeza, vísceras, orificio en su parte inferior, etcétera. En algunos lugares se elimina todo, pero se mantiene la parte de la cabeza, ya limpia.
Ingredientes:
Para 8 personas
Relación
Cantidad
Pulpo
Mediano o buen tamaño
Agua
Abundante
Cebollas
2 unidades medianas
Tomate (cortado en cuatro)
1 unidad
Ajo
2 dientes
Sal
Al gusto
Elaboración:
- El pulpo, una vez limpio, se frota con limón, se deja un par de minutos y se enjuaga nuevamente.
- Se pone al fuego a hervir en una olla grande con suficiente agua la cebolla, el tomate y los ajos y se añade el pulpo, que quede cubierto. Hay quienes lo mantienen ya así hasta su cocción final, pero otros, al llegar el hervor del agua, agarrando el pulpo, lo introducen y sacan rápidamente tres veces consecutivas en el agua hirviendo.
- Esta práctica se dice que afianza su color rojo final. A la cuarta vez se deja el pulpo en el agua, se lleva nuevamente a un hervor, se pone a fuego mediano y se cocina aproximadamente una hora o más si la pieza es muy grande, hasta que, probando con un tenedor, se aprecie su punto.