Durante el periodo veraniego, se ha hablado de comida y cocina refrescante y, a ser posible baja en calorías para así no fastidiar la operación bikini que tanta gente intenta llevar a cabo meses antes de la época de playas, viento, deportes acuáticos y, claro está, un periodo en el que queramos o no predispone a salir a la calle, tomar una caña y acompañarla constantemente con un tentempié o una tapa que provocarán que muchos de los esfuerzos llevados a cabo anteriormente no sean fructíferos.

Hoy Trufas y Jareas, se transporta a un paisaje volcánico maravilloso, en donde las horas pueden pasar volando, único en el mundo y en el que cada persona que lo visita se queda embriagado ante las maravillas naturales que se nos ponen delante de la retina.

La isla de Lanzarote es sinónimo de belleza, amor por la naturaleza, por una arquitectura acorde con el medio ambiente y basada en la gran obra de César Manrique y, que en los últimos años se ha añadido a esto de la gastronomía para cada vez más encontramos restaurantes y lugares con encanto en la isla de los volcanes, cuyos fogones son dignos de mención.

Sin embargo, este espacio que daría para muchísimo le dedica hoy un pedacito de tiempo y unas líneas a un producto que, podríamos decir, que es casi Patrimonio de la Humanidad y del que los conejeros se sienten orgullosos.

Habrá que desplazarse al municipio de Yaiza para conocerlo y ver el origen de tan suculento y producto de lo más trufista.

El municipio de Yaiza se encuentra en el borde del área sepultada por las erupciones volcánicas producidas en Lanzarote entre 1730 y 1736, que dieron como origen el Parque Nacional de Timanfaya.

Pero no solo volcanes se dan a relucir en Yaiza. En un pequeño rincón del municipio, en Uga, encontramos una empresa familiar que lleva más de 40 años ahumado salmón y los encargados de elaborar el ya tan conejero y conocido por nuestra gente isleña, Salmón de Uga.

La ahumadera de Uga emplea solo el mejor salmón noruego y escoces de la máxima cálida y la sal marina de las centenarias salinas del Janubio en Lanzarote. Una vez en sus hornos artesanales se obtiene ese color, sabor y textura que tanto le caracteriza.

Bien comprado en tiendas Gourmet o a base de tapas, durante una cena durante el periodo navideño, será un perfecto acompañante de un menú de nivel.

Lo cierto es que no hará falta desplazarse hasta el país de los fiordos, para saborear un salmón igual que los obtenidos en los entrantes de mar noruegos, fuente inagotable de ellos y de productos de la mar.

El Salmón de Uga es todo un manjar que, a base del mejor producto del Norte de Europa y ahumado diariamente será el perfecto protagonista de una comida de altura, un picoteo, una cena familiar o un magnífico menú de un gran restaurante.

Lanzarote, en medio del Archipiélago Chinijo, con su permanente viento y sus cientos de volcanes protagonistas de un paisaje único en el mundo y que maravilla a cada persona que pisa su negro suelo, nos regala un producto de lo más trufista que se merece, ser probado, saboreado y, claro está ser contado.

Con esto y con un poquito de salmón de Uga y salsa de eneldo que lo acompañe, nos vemos donde si no, entre trufas y jareas.